Panamá es hoy la mejor síntesis de América, un país clave para conocer el “Nuevo Mundo”, su pasado y su presente». Así lo dice Concepción Gutiérrez del Castillo, consejera de Obras Públicas y Transporte de la Junta de Andalucía, en el libro Quinientos años de arquitectura en Panamá, del arquitecto Eduardo Tejeira Davis.
La arquitectura de Panamá a lo largo de los últimos cinco siglos ha sido el producto de una sociedad altamente heterogénea que surgió y se desarrolló a partir de la llegada de los primeros europeos en 1501. La de raíz europea, sobria y sencilla, se concentró en la llamada «zona del tránsito» –el paso entre los dos océanos– y en las fértiles sabanas del Pacífico. Los tiempos modernos llegaron desde la segunda mitad del XIX, con la construcción del ferrocarril transístmico y los inicios del canal interoceánico. Hoy día, Panamá cuenta con dos legados coloniales: el español y el estadounidense, situación única en tierra firme americana. La arquitectura de las élites se ha acercado progresivamente a los estándares de los países industrializados. Se han sucedido diferentes modernidades, todas inspiradas en modelos europeos y norteamericanos, aunque siempre adaptados de alguna forma al medio. Esta perenne aclimatación puede verse como una característica panameña.
Nos detendremos en la zona donde está enclavado el Palacio de España, actual sede de la embajada de esta nación en Panamá.
En 1912, el Estado adquirió la hacienda conocida como El Hatillo para llevar a cabo la Exposición nacional de Panamá, concebida por el entonces presidente Belisario Porras para celebrar la hermandad hispánica y el IV centenario del descubrimiento del océano Pacífico. Se trazó una retícula octogonal con una plaza monumental en el centro. Las catorce manzanas iniciales eran grandes y las calles tenían una holgura desconocida hasta ese entonces en la apiñada urbe. Otro elemento novedoso fue la Gran Vía, hoy avenida Ecuador, que vinculaba la plaza con el litoral. La exposición panameña estuvo abierta hasta 1917, y hoy se le recuerda más en relación con el canal interoceánico que con el tema de la hispanidad.
Años después, el área se empezó a desarrollar como un verdadero ensanche y se trazaron nuevas calles para ampliar la retícula. Las avenidas Ecuador y Perú se convirtieron en Alameda, pensadas para una arquitectura residencial de alto costo. La Gran Plaza, que inicialmente se llamó Cervantes, en 1943, tras la muerte de Belisario Porras, fue rebautizada como plaza Porras y el célebre escultor español Victorio Macho (1887-1966) hizo el monumento de mármol y bronce. Las figuras sobre los obeliscos que flanquean la estatua representan la Libertad y la Democracia. Los relieves de la base muestran las nueves provincias de Panamá.
Los edificios originales de la exposición, cuya construcción se inició en 1913, tenían una forma derivada del historicismo tardío. Hoy solo quedan tres: los Palacios de Gobierno y de Bellas Artes –posteriormente ocupados por varias escuelas, por el Ministerio de Relaciones Exteriores y hoy por la Gobernación y la Procuraduría de la Administración–, que fueron proyectados por arquitectos estadounidenses y terminados en 1914, y el Palacio de España, obra del ingeniero panameño Florencio Harmodio Arosemena, que se terminó bastante después.
El Palacio de España fue calificado por los técnicos como una construcción modelo, no solo por su extraordinaria solidez y la suntuosidad de sus fachadas, sino también porque se emplearon los mejores materiales posibles y se obtuvo una especial perfección en las labores, según consta en documentos de archivo.
La exposición se inauguró el 6 de febrero de 1916, el Palacio de España abrió sus puertas al público extraoficialmente el 1ro. De septiembre con la exposición de 180 obras de artistas españoles y el Gobierno Panameño le adjudicó varios premios.
Actualmente, en el edificio se continúan realizando muestras de arte. En 2012 tuvo lugar la exposición Objetivo testigo. España-Panamá: una historia en imágenes, que recopiló los últimos 30 años de la relación entre ambos países. Incluyó fotografías originales de principios del siglo XX sobre el proceso de construcción del Palacio de España, que ha sido objeto de una importante rehabilitación, según comentó Jesús Silva |Fernández, embajador de la nación ibérica en el istmo. Los panameños pudieron visitarla gratuitamente hasta el 1 de julio, como parte de la agenda cultural de la sede diplomática que, de conjunto con la AECID, permite continuar estrechando los lazos culturales entre ambas naciones.
Historia de la arquitectura panameña
La historia de la ciudad y de su arquitectura -desde el período colonial hasta los últimos años de la actual centuria- ofrece una plástica urbana de lo más heterogénea: edificios de cal y canto, casas de madera de influencia caribeña, mansardas, neoclasicismo, Art-Decó, Art-Nouveau, Revivals, funcionalismo arquitectónico, hasta ejemplares post-modernos, de cuyo conjunto resulta un paisaje urbano rico y agresivo, una especie de “Ciudad Collage”, desarticulada y pintoresca.
En el período colonial se produce una feliz síntesis y floración del esfuerzo urbanístico, artístico y arquitectónico que produjo la presencia de España en Panamá en términos de una arquitectura civil, militar y religiosa.
Los dorados años del Canal Francés ejercen un gran influjo en la ciudad que ve inflarse su población con la creciente marejada de nuevos inmigrantes. En el Centro Histórico, la plétora de edificaciones se producirá en 1880, con la expectativa de las obras del Canal. Este período deja su huella sobre la arteria principal de la urbe, o “afrancesa” sectores como la antigua Plaza de la Independencia. También se ocupan áreas más allá de lo que fueron los límites novecentistas de la Ciudad Colonial. Las mansardas y herrajes aparecen en forma similar a la arquitectura de Nueva Orleans o a las de otrora colonias francesas del Caribe.
Debemos ubicar la génesis de la modernidad de la Ciudad de Panamá en la época de ruptura de sus estructuras finiseculares, es decir, cuando se produce la Separación de Colombia en 1903 y se construye la Vía Intermarina, entre 1904 y 1914.
Con la Separación se crea un nuevo orden jurídico y una infraestructura acorde con la época. En 1903 comienza un proceso de modernización y reestructuración, donde la naciente Administración del Panamá Republicano emprende la tarea de construir edificios públicos para albergar las dependencias oficiales, como escuelas y colegios, palacios de gobierno, teatros, hospitales y otras obras. Era obvio que durante este período el lenguaje neo-clásico era evidentemente el suyo. El neoclasicismo, por su parte, jugó un papel importante en la transformación de la cultura edilicia, al impulsar las esferas oficiales, los nuevos modelos “europeizantes”. En este período se destaca la participación del arquitecto italiano Genaro Ruggieri, quien colaboró en la implantación de las nuevas tipologías edilicias. La historia política de Panamá -hacia la segunda década de la actual centuria- propicia la consolidación de la modernidad del país y de la urbe capitalina durante los períodos presidenciales del Dr. Belisario Porras (1912-1924).
Catedral metropolitana de Panamá
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La Catedral Basílica Santa Maria la Antigua de
Panamá es un templo católico localizado en el casco antiguo de la ciudad de Panamá. Fue consagrada en 1796, aunque los trabajos de construcción iniciaron en 1688, 108 años antes. La catedral es la sede episcopal de la Arquidiócesis de Panamá
Historia
La Catedral Metropolitana de Panamá es heredera de la Catedral erigida por el Papa Adriano VI en la gran casa del Cacique Cémaco, cuando los españoles lo enfrentaron y ofrecieron fundar una población dedicada a Santa María de la Antigua, en 1510. En 1513 se dicta la bula por la cual La Antigua se eleva al rango de Diócesis, y su iglesia al rango de Catedral, siendo su primer obispo Fray Juan de Quevedo.
Luego de ser abandonada Santa María la Antigua del Darién por orden de Pedro Arias de Ávila, quien en 1519 había fundado Panamá a la orilla del Mar del Sur, la catedral de la nueva población heredó el traslado de insignias, bulas y reliquias de la Antigua del Darién. Posterior al incendio ocasionado para librarse del pirata Henry Morganen 1671, la ciudad fue traslada al actual Casco Antiguo de la ciudad de Panamá en 1673 y con este traslado se dispone el levantamiento de una nueva Catedral, cuya construcción toma 108 años, es decir, de 1688 a 1796
Es un edificio amplio, de alto techo en dos aguas. Posee dos torres revocadas, alguna vez pintadas de rojo en su parte superior, con incrustaciones de madreperla que se consideraron las más altas de América Latina por mucho tiempo. Las paredes son de piedra, la fachada está tallada en estilo renacimiento con elementos clásicos de decorado (a lo que usualmente se llama estilo jesuítico). Tiene tres naves a las que se acceden directamente por tres puertas desde la fachada. Hay otras dos naves de capillas a las que faltan las divisiones respectivas.
El techo está sostenido por un verdadero bosque de cerca de 67 columnas cruciformes hechas de piedra y ladrillo. El santuario y el Santísimo están a 7 escalones sobre el nivel de las naves y aunque todo está pintado de blanco, esa sección, en lo alto, está pintado de celeste, colores de la Virgen.
Su retablo mayor es una obra de fines del Siglo XIX muy posiblemente realizada por maestros franceses que trabajaban para la construcción del Canal Interoceánico. Desde Darién a Panamá Viejo y de allí al sitio actual, vinieron las reliquias traídas de Sevilla de San Aurelio y San Getulio, en ambos casos, restos completos. Las campanas de la torre catedralicia de Panamá Viejo quedaron inservibles al derretirse parcialmente en el fuego de 1737, por lo que las campanas que hoy ostenta fueron de fabricación dieciochesca, como obsequios de antiguos obispos panameños que habían sido trasladados a América del Sur.
Posee una Sacristía amplia, alguna vez de dos niveles,
único edificio colonial panameño con cúpula. Bajo el santuario-santísimo hay dos habitaciones abovedadas, la Cripta de los Obispos. Desde la Sacristía se podía acceder a otra habitación inferior donde reposaron los archivos de la Catedral.
Tiene 10 ventanas grandes y altas que desde principios del siglo XX se enriquecieron con hermosos vitrales influenciados por l'art decórative. Las lámparas actuales, de bronce dorado con diseño tradicional, fueron obsequiadas por la Arquidiócesis de Río de Janeiro. La catedral se levanta en el lado oeste de la Plaza Mayor. La rodea un amplio altozano a 6 escalones sobre el nivel de la calle y un escalón más para entrar al templo. Detrás está la antigua Casa
Elevada a Basílica[editar]
El 22 de diciembre de 2014 el arzobispo de Panamá José Domingo Ulloa Mendieta anunció que la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos confirió a la catedral metropolitana el título de basílica menor, con todas las tareas y obligaciones que esto conlleva en el ámbito litúrgico y pastoral. El título fue concedido tras una petición de la conferencia episcopal panameña. Desde ahora llevara el título de Catedral Basílica Santa Maria la Antigua.

Fuerte de San Lorenzo
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Fortificaciones de la costa caribe de Panamá: Portobelo



Vista del fuerte de Portobelo.
El Fuerte de San Lorenzo, localizado a la entrada del río Chagres en la provincia de Colón, Panamá. Fue declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en el año 1980 bajo la denominación de las Fortificaciones de la costa caribe de Panamá, con las fortificaciones de la ciudad de Portobelo. Formaban el sistema defensivo para el comercio transatlántico de la Corona de España y constituyen un magnífico ejemplo de la arquitectura militar de los siglos XVII y XVIII.
Historia
El fuerte de San Lorenzo es una de las más antiguas fortalezas españolas en América. Está localizado próximo a lo que fue el viejo asiento del pueblo de Chagres, en la desembocadura del río del mismo nombre, y fue a través de este río que el pirata Henry Morgan llegó a la ciudad de Panamá "La Vieja" para saquearla.
Como hemos visto, los ataques de Francis Drake en las costas del Reino de Tierra Firme en 1572, especialmente los ataques contra Nombre de Dios y el Camino Real, que era el camino por donde transitaban los tesoros que venían del Perú, obligaron a construir un sistema de defensa en los puertos del Atlántico. Así se decidió construir el Fuerte de San Lorenzo para proteger la entrada de la vía fluvial que penetraba cerca de la antigua ciudad de Panamá.
La obra se inició en 1598 por orden del Rey Felipe II y se terminó en 1601. Los planos de la maciza fortaleza fueron hechos por el ingeniero italiano Bautista Antonelli. El castillo de San Lorenzo se erigió en la cima de un alto arrecife, en posición que domina completamente la entrada del río Chagres.
La estructura original era la de una fortaleza avanzada, rodeada de empalizadas llenas de tierra que servían de muros. Su valor defensivo radicaba en el sitio que domina una amplia extensión del mar, lo que facilitaba la defensa de la desembocadura del río. Por ello se le consideró como centinela del gran triángulo estratégico del Istmo.
En 1670 fue atacado y tomando por Joseph Bradley, siguiendo instrucciones de Henry Morgan, quien había previsto la destrucción del fuerte como primera medida para asaltar la Vieja Ciudad de Panamá siguiendo la vía del río Chagres. El hecho de que el pirata Bradley no atacara por mar, sino que desembarcara con sus 400 hombres en un pequeño puerto cercano al castillo y acometiera por tierra, revela que los cálculos del ingeniero Antonelli eran acertados al considerar el alto arrecife como un lugar casi inexpugnable.
En el patio hay una cisterna o pozo de considerable diámetro, que servía para el suministro de agua. En la parte más avanzada hacia el mar, existe una escalera de caracol, hecha de piedra, que conduce a un nivel inferior bajo la tierra. Esta escalera sirvió como posible comunicación hasta el barranco, a manera de una avanzada subterránea desde donde se observaba al enemigo o se cumplían funciones relacionadas con la defensa. Este elemento defensivo, así como las estratégicas galerías subterráneas a manera de misteriosos laberintos, cruzaban el castillo en varias direcciones.
En las ruinas del edificio situado en la meseta inferior, se observa el empleo de piedra en las bases y hasta cierta altura de las paredes; hacia arriba se utilizó ladrillo. Se advierten también arcos de medio punto, así como vanos adintelados hechos de ladrillos. Las garitas son igualmente de este material.
San Lorenzo del Chagres no sólo sirvió de fortaleza, sino que después de su reconstrucción cumplió también funciones de prisión del Estado. En sus galerías subterráneas, que evocan todavía mazmorras coloniales, estuvo recluido Pedro José de Guzmán-Dávalos, Marqués de la Mina y Gobernador del Reino de Tierra Firme, quien junto con su esposa vivió en los oscuros calabozos de la fortaleza. En los fosos de esta prisión también fue confinado el peruano Francisco Antonio de Zela, prócer de la emancipación americana.
A comienzos del presente siglo, aún era visible parte del equipo y accesorios del fuerte. En una visita realizada en 1908, el historiador Juan Bautista Sosa encontró restos de las cureñas de cañones, culebrinas y morteros, utensilios domésticos, cadenas y grilletas. Aún hoy se pueden ver los pesados cañones que lo defendían.
Legislación
En 1908 se promulga una Ley en la República de Pánamá sobre la conservación de monumentos históricos, y se incluyen los Castillos de San Lorenzo de Chagres, Portobelo (ciudad) y la Basílica de Natá.1
En 1941 por la Ley 68 fue declarado Monumento Nacional. En 1995, fue renovado por el ejército de los Estados Unidos de Norteamérica. Excavaciones realizadas en 1966 dejaron al descubierto un nuevo emplazamiento de cañones situados por el lado de tierra "y cuyo objeto era dominar la explanada que da frente a la glorieta del Fuerte y evitar así sorpresas por la espalda como sucedió en 1671".
Turismo
En San Lorenzo, además de visitar el monumento histórico, el Fuerte, también se puede realizar otras actividades como: backPacking, observar aves, buceo y kayak. Para llegar a él es necesario pasar sobre las esclusas de Gatún y entrar en Fuerte Sherman, una ex base militar, rodeada por una espesa selva rica en diversidad de especies. Es un sitio ideal para la observación de aves.



Panamá Viejo
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Panamá la Vieja



Panamá la Vieja o Panamá Viejo es el nombre que recibe el sitio arqueológico donde estuvo ubicada la ciudad de Panamá desde su fundación en 1519, hasta 1671. La ciudad fue trasladada a una nueva ubicación, unos diez kilómetros al suroeste, al quedar destruida tras un ataque del pirata inglés Henry Morgan, a comienzos de la década de 1670. De la ciudad original, considerada como el primer asentamiento europeo en la costa pacífica de América, quedan hoy varias ruinas que conforman este sitio arqueológico.
Historia
La ciudad, fundada por Pedro Arias Dávila mejor conocido como Pedrarias Dávila el 15 de agosto de 1519, se emplazó en una zona originalmente ocupada por una comunidad aborigen; por esta razón, en este sitio se han encontrado evidencias arqueológicas de culturas precolombinas.1
Desde este lugar partieron las expediciones que conquistaron el Imperio inca del Perú en 1532 y fue escala de una de las más importantes rutas comerciales del continente americano, que llevaba a las famosas ferias de Nombre de Dios y Portobelo, por donde pasaba la mayor parte del oro y la plata que los españoles explotaban en América.
Para 1541 la ciudad tenía unos 4.000 habitantes; entre españoles, indígenas y esclavos africanos.2 En 1607, la urbe contaba con varias calles, una plaza mayor y otras dos plazuelas.
Pese al desarrollo alcanzado, las condiciones del lugar no fueron las mejores desde un principio. La escasez de agua potable era una de las principales dificultades, lo que obligó a sus moradores a construir varios pozos y aljibes.1 La ciudad fue azotada por al menos tres incendios devastadores y por un terremoto, en 1621.2 También fue asediada, en varias ocasiones, por piratas. El peor de estos asedios fue el comandado por el pirata inglés Henry Morgan, quien llegó al lugar el 28 de enero de 1671 y permaneció allí hasta el 24 de febrero. Fueron los propios españoles por orden del gobernador Juan Pérez de Guzmán, y no Morgan, los que destruyeron la ciudad al volar los depósitos de explosivos.23

Diorama de Panamá Viejo.
En busca de una nueva ubicación, que permitiera la construcción de un mejor sistema defensivo, la ciudad fue trasladada a una península cercana, ubicada unos diez kilómetros más al suroeste, en lo que hoy es considerado como el casco antiguo de la ciudad de Panamá. El sitio original estuvo abandonado por varios años, hasta que sus ruinas fueron paulatinamente recuperadas.
El conjunto fue declarado como Monumento Histórico en 1976. En 1995, se creó el Patronato de Panamá Viejo, una fundación sin ánimo de lucro, que por varios años ha venido trabajando en la restauración y acondicionamiento del lugar.4 La Unesco lo declaró como Patrimonio de la Humanidad en el 2003.5 El sitio se ha convertido en una de las atracciones turísticas más populares de la ciudad.
Sitios de interés[editar]
Frente a la antigua plaza mayor se encuentran las ruinas de la catedral; cuya torre, de treinta metros de altura, está inusualmente ubicada junto al ábside. Originalmente de madera, la catedral fue reconstruida con materiales más fuertes, entre 1619 y 1626.1 Las ruinas de la torre fueron intervenidas arquitectónicamente para permitir que los visitantes pudieran usarla como mirador.4
Pueden encontrarse en este conjunto otras ruinas pertenecientes a varias de las edificaciones de la antigua ciudad, con un grado variable de conservación. Una de las de mejor conservación, es la antiguamente ocupada por el Convento de la Concepción, único convento de monjas de la ciudad.1 Algunas otras son las del cabildo, la Compañía de Jesús y los conventos de San Francisco, de la Merced y de San Juan de Dios.
Se encuentran aquí también los vestigios de dos puentes: el del Rey y el del Matadero; así como de un antiguo fuerte, el Fuerte de la Natividad. Además, el Patronato de Panamá Viejo ha creado en este sitio un museo y un Centro de Investigaciones Patrimoniales (CIP); este último dedicado a la investigación en historia, arqueología, ecología, conservación de bienes y gestión de sitios de interés patrimonial.6 La extensión territorial entre 5,000 a 8,000.
Actualmente, al costado de la antigua Plaza Mayor, se puede visitar el Muso de Sitio de la Plaza Mayor, que cuenta con distintas salas y una maqueta que recrea la extensión de la ciudad antigua.



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